12/26/2012

Con apenas 2 mil pesos Araceli quiere llegar a Washington

LA OTRA RUTA MIGRATORIA
La Otra Ruta Migratoria
   Viaja en el tren de carga y sobrevive con ayuda de la gente

CIMACFoto | César Martínez López
Por: Elizabeth Muñoz Vásquez, corresponsal
Apizaco, TlaxcalaCon apenas 2 mil pesos mexicanos en la bolsa, la hondureña Araceli Bonilla intenta llegar a Estados Unidos.

Durante su estancia en el albergue para migrantes “La Sagrada Familia”, en esta ciudad del estado de Tlaxcala, la mujer de 33 años relata a Cimacnoticias sus peripecias para intentar llegar de manera indocumentada al vecino del norte.

Araceli dice que tuvo que trabajar tres meses para reunir 150 dólares (mil 950 pesos mexicanos) y emprender por segunda vez su camino hacia EU. Su intención es clara: ganar dinero para mantener a sus cuatro hijas y un hijo que se quedaron en su natal Honduras.

Comenta que varias de sus compatriotas migrantes viajan con esa cantidad de dinero, pues les cuesta mucho trabajo reunir más recursos. Aclara que pueden sobrevivir durante su travesía porque en México la gente les ayuda con comida, refresco o dinero, lo cual evita que gasten sus ahorros.

Originaria de San Pedro Sula, la ciudad más grande de Honduras, Bonilla platica que no obstante a los riesgos a los que las mujeres migrantes se exponen, “en el tren no se gasta nada y no paga uno pasaje”.

“Nosotros les pedimos a los mexicanos y ellos nos dan; la gente es buena”, señala. Pone de ejemplo que en Coatzacoalcos, Veracruz, recibieron ayuda de la población y que ahí les advirtieron que al salir de esa ciudad, en la zona de los túneles por donde pasa el tren de carga, tuvieran cuidado porque en ese lugar “secuestran”.

Araceli Bonilla apunta que otro apoyo importante para las mujeres migrantes son los albergues “como éste en el que estoy, (ya que) nos dan comida, un lugar para dormir y bañarnos, y eso es mucha ayuda, incluso si nos enfermamos, aquí pedimos que nos apoyen.  En el tren no puedes dormir y tampoco ir al baño”.

La mujer relata que muchas migrantes centroamericanas prefieren pagarle a “un coyote” (traficante de personas), para no sufrir ningún riesgo, “pero eso te sale más caro porque te cobran mucho y juntar ese dinero es más tiempo, pues tan sólo para que yo juntara mis 150 dólares pasaron tres meses en lo que tuve que ahorrar; además una de mis hermanas que vive en Estados Unidos me mandó una parte del dinero y sólo así pude completar esa cantidad”.

Comenta que cuando viajan en el tren de carga, las mujeres deben estar conscientes de que no pueden dormirse porque se pueden caer, y no deben tomar mucha agua para evitar ir al baño.

Además deben vestirse con doble muda de ropa para soportar el frío y también para no cargar mochilas que puedan estorbarles al momento de subirse o bajar del tren.

Araceli viaja por segunda vez a EU, e intenta llegar a Washington, donde viven sus hermanas y pretende trabajar para enviar dinero a sus cuatro hijas de 16, 14, 10 y 9 años de edad, así como a su hijo de 8 años.

Para que su esposo aceptara que ella regresara a EU “la condición fue que él se haría cargo de los gastos de la escuela, así como del vestido y el calzado, en tanto ella enviaría dinero para todo lo relacionado a la alimentación de la familia”.
  

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